Cada ciclo escolar es una nueva oportunidad para hacer cambios positivos y cuidar el planeta desde lo cotidiano, por ello en Inboplast te traemos la siguiente reflexión:
¿Realmente necesitamos todo nuevo cada año? La respuesta es no. Revisar lo que ya tenemos es el primer paso hacia un regreso más consciente.
Reutiliza cuadernos con hojas limpias, estuches, mochilas o carpetas en buen estado. No se trata de limitarse, sino de valorar lo que aún funciona.
Si los uniformes ya no te quedan, pero están en buenas condiciones, dónalos. Otros niños pueden darles una segunda vida, y tú evitas generar más residuos.
Organiza con otras familias intercambios de útiles. Puedes hacerlo en tu colonia o escuela. Compartir reduce el consumo y también fortalece la comunidad.
Compra con intención: elige productos duraderos, rellenables y fabricados con materiales reciclados. Entre menos cosas compres solo “por si acaso”, menos desperdicio generas.
Habla con niñas y niños sobre lo que significa consumir con responsabilidad. Incluirlos en estas decisiones forma parte de su educación ambiental.
Desde Inboplast, promovemos la Economía Circular como estilo de vida, incluso en temporadas como el regreso a clases.
Educar también es elegir conscientemente.
Este ciclo escolar, hazlo diferente; recuerda: ¡el regreso a clases con menos residuos sí es posible! Reflexiona sobre tus hábitos y explora más formas de transformar lo cotidiano en nuestras otras entradas de blog.
