Desde que somos pequeños, nos enseñan que los artículos como vasos, platos y bolsas de plástico son para usar y tirar. De hecho, así nos enseñan a nombrarlos, y desde ahí, como sociedad condicionamos su función: plásticos desechables. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿qué tan desechables son en realidad? La verdad es que nunca lo han sido, pero nuestra educación al respecto ha sido deficiente.
Cabe recordar que el plástico no es malo por sí mismo; lo incorrecto ha sido la manera en que disponemos de él cuando creemos que ya no lo necesitamos. Por ejemplo, una de las problemáticas principales que se señalan sobre este material es su amplia presencia en entornos naturales. Pero al ser un material inorgánico, es obvio que no llegó a esos espacios por cuenta propia, sino que por fuerza un ser humano tuvo que estar involucrado en el acto de contaminación.
El problema, como se mencionó líneas arriba, es la falta de educación. Por ejemplo, ¿sabías que una bolsa de plástico puede ser reciclada hasta 20 veces? El conflicto surge cuando las bolsas no llegan a un centro de reciclaje, a menudo por falta de información del usuario.
Así pues, hablamos de una responsabilidad compartida. Deberíamos comenzar por retirar el mote de “desechables” de nuestro vocabulario y hablar de plásticos reutilizables. Asimismo, deberíamos asegurarnos de que nuestros desechos plásticos lleguen a un centro de reciclaje, ya sea que nosotros mismos las transportemos o que exijamos a los encargados de manipularla que le den un tratamiento adecuado.
Estas son sólo algunas de las acciones que podemos tomar, aunque no son las únicas. Las maneras en que podemos reutilizar nuestros productos plásticos son tan amplias como nuestra imaginación nos lo permita.
Es impensable la vida moderna sin plástico, pues los beneficios que nos proporciona son incalculables. Lo que sí podemos pensar, es un mundo en el que los desechos plásticos sean tratados de la manera correcta. Un mundo en el que desde pequeños nos enseñen a disponer de ellos, y lo más importante, a utilizar con responsabilidad los recursos que tenemos a nuestro alcance.
¿Estás dispuesto a hacer tu parte para lograr un mundo mejor?
Después de leer este artículo, ¿sigues creyendo que realmente somos un producto desechable? Déjanos tu opinión en los comentarios.
Te invitamos a que te des un gran chapuzón a nuestro blog y conozcas más sobre el plástico y sus beneficios.
Nos vemos en la próxima entrada.