El COVID-19 ha sido el tema mundial más importante en los últimos meses. Afectando millones de vida y lamentablemente, perdiendo miles. Sin embargo, estamos seguros de que sin la ayuda del plástico, el caos sería mayor. Y es que, gracias a sus propiedades, el plástico salva vidas.
Al ser un material químicamente inerte, desde su invención se ha utilizado en millones de aplicaciones dedicadas a la higiene. No hay consultorio médico en el mundo que no tenga varios utensilios plásticos.
En la lucha contra el COVID-19, guantes de plástico, telas plásticas, caretas, batas, gafas y botas han sido parte del arsenal de uso médico. Incluso en casa, quienes conviven con pacientes diagnosticados han encontrado en el plástico un importante aliado.
Los desechos han tenido que ser aislados en bolsas de plástico, así como nuestra ropa al llegar a casa. El gel antibacterial que millones de manos utilizan día con día, se transporta en botes de plástico con distintos tipos de dispensadores.
Decenas de “inventos” caseros relacionados con el reciclaje de plástico, han dado ideas acerca de cómo cuidarse mejor durante esta pandemia.
Incluso reciclando se pueden crear caretas de seguridad.
Sabemos que medicamentos e inyecciones se transportan con plástico, lo que se suma a su ya larga lista de beneficios. Sin duda, el plástico salva vidas y continuará haciéndolo.