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¿Te has preguntado cómo el plástico beneficia nuestras vidas? En la última década, logramos fabricar miles de productos que hacen nuestras vidas más sencillas. No obstante, existe también un debate respecto a las bolsas de plástico o los popotes, debido a la frecuencia con que aparecen en los océanos.
Sin embargo, si el plástico ha llegado hasta allí se debe a que como sociedad, olvidamos que tenemos una Responsabilidad Compartida. Esto significa que nuestras acciones tienen consecuencias, y que debemos actuar a fin de que tengan un impacto positivo para nuestro planeta. Por ello, cuando compres y uses productos hechos de plástico, haz las siguientes preguntas: ¿Qué pasa cuando lo tiro en lugar de reutilizarlo? ¿Qué pasa si no lo reciclo cuando su vida útil ha terminado?
Beneficios
El plástico no es malo. Necesitamos recordar los beneficios que ha traído al desarrollo humano. Entre ellos, la preservación de los recursos naturales y de la fauna del planeta: fue gracias al plástico que se detuvo el asesinato de elefantes para la obtención de marfil, y pese a que esto sucedió en su inicio, el plástico sigue salvando vidas.
Muchas veces se ha comparado al plástico con otros materiales y se ha comentado que está en “desventaja” por no ser biodegradable. No obstante, lo que ha hecho del plástico un gran material es justo eso. Debido a que es químicamente inerte, puede envasar alimentos y bebidas, sin importar de qué se trate.
Medicina
Además, vacunas, vitaminas, sangre, suero y plasma no podrían ser transportados y almacenados si no fuese porque el plástico1 permitió poder hacer uso de estos suministros médicos a gran escala. Los plásticos redujeron las enfermedades infecciosas, manejo del dolor y costos médicos. Asimismo, usamos polímeros de alta tecnología para crear extremidades artificiales. Del mismo modo, dispositivos de administración de plástico reducen el riesgo de infección para los pacientes. Esto significa más vidas salvadas, y una vida mejor y más larga.

Por ejemplo, procedimientos como las cirugías de corazón, inserciones de marcapasos o colocaciones de prótesis serían extremadamente caras, lo que representaría menos personas beneficiadas. El desarrollo de la medicina durante los siglos XX y XXI sería impensable sin el plástico.
Otra forma en cómo el plástico beneficia nuestras vidas se encuentra en las bolsas de plástico. Son resistentes, reutilizables y reciclables. Son más resistentes que las de otros materiales, pues así como las hormigas pueden cargar hasta 50 veces su propio peso, éstas pueden cargar hasta mil veces el equivalente al suyo. Aunado a ello, las bolsas son capaces de almacenar más de 700 veces el volumen que ocupan. En su fabricación, la bolsa de plástico consume hasta 90% menos agua y 70% menos energía.
Son muchas las acciones que se deben de tomar para que el plástico, que ha sido benéfico para todos, lo siga siendo y no se convierta en un problema irreversible por su mal uso al momento de que termina su vida útil.
Un consumidor responsable es el que hace toda la diferencia. ¿Te unes?
Bibliografía
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