Cada segundo, se generan innumerables bolsas plásticas en todo el mundo, un hecho que puede sorprendernos pero que también nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre su importancia y beneficios. En el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, examinaremos el proceso de fabricación de estas bolsas y su impacto ecológico, destacando su versatilidad y eficiencia.
Las bolsas plásticas convencionales, fabricadas con PET, son una opción económica y práctica para el transporte de alimentos y productos. Aunque consumen 2,000 litros de agua por kilogramo, su durabilidad y capacidad de reutilización las convierten en una alternativa viable para reducir residuos y promover la eficiencia en el consumo.
A pesar de las críticas, las bolsas plásticas obtenidas del maíz son una innovación prometedora en la industria. Aunque su proceso de fabricación utiliza una cantidad similar de agua, su origen biobasado ofrece una opción renovable y menos dependiente de recursos no renovables.
En comparación con otras alternativas como las bolsas de tela y papel, las bolsas plásticas destacan por su resistencia y bajo costo de producción. Además, su capacidad para soportar el peso y proteger los productos durante el transporte las convierte en una elección conveniente y eficiente para los consumidores y minoristas.
En un mundo en constante cambio, es crucial considerar todas las opciones disponibles y reconocer el valor de las soluciones que se adaptan a nuestras necesidades actuales. Las bolsas plásticas, con su versatilidad y eficiencia comprobadas, continúan siendo una herramienta invaluable en nuestra lucha por un futuro más sostenible.
Fuente: https://greenteammx.com/en/2023/07/10/el-agua-y-la-fabricacion-de-bolsas/
