A menudo se piensa que la prohibición es la solución más efectiva para la cuestión de los plásticos. Pero la realidad es otra. Aquí presentamos una alternativa a la prohibición del plástico. Se trata de las Leyes de Depósito de Contenedores (LDC); éstas han sido implementadas en varios países, con resultados exitosos.
El objetivo principal de estas leyes es fomentar el reciclaje y reducir el gasto energético y material necesario para ello. De forma específica, funcionan para disminuir la contaminación por contenedores en los espacios públicos, lagos o ríos. Y por último, extienden la vida de los rellenos sanitarios pagados con los impuestos de los contribuyentes.
Las leyes consisten en que cuando el usuario devuelve un envase vacío, obtiene la devolución de una fracción de su precio. A menudo, estos reembolsos son de céntimos; no obstante, han probado ser funcionales. En Australia, por citar un caso, se realizó un estudio previo a la implementación del esquema. Como resultado, constataron que los países con sistemas similares recuperaban hasta 76 por ciento de los envases.
De igual forma, según datos de la ONU, la aplicación de las LDC genera empleos. Asimismo, eleva los índices de reciclaje y, en general, es una de las opciones más viables para reducir la contaminación plástica en mares y ríos.
Con lo anterior en cuenta, cabe entonces preguntar: ¿por qué estos esquemas no se aplican a todos los productos en México? Así que ya lo ves, prohibir los plásticos no es lo mejor para evitar su uso. Las Leyes de Depósito de Contenedores son la mejor alternativa a la prohibición del plástico.